Pulau Pangkor, una isla que sorprende (gratamente)
Hola de nuevo guapetones y guapetonas. Tam al habla!!! ¿Cómo va todo? Espero que genial, que el invierno no esté siendo muy duro con vosotros y que disfrutéis los carnavales que si no recuerdo mal deben ser en breve.
Hoy os voy a hablar de un sitio del que no había oído hablar en mi vida pero que es super chachi, y no exagero como a veces dice Marcio que hago cuando hablo. Os voy a enseñar fotos, y me vais a dar la razón :)
Ya os dijimos en algún post anterior que nuestros planes en Malasia se fueron a la mierda a las 3 horas aproximadamente de aterrizar, justo lo que tardamos en hablar con un local y que nos dijera que la costa este (es decir la de las playas más molonas) estaba cerrada durante los meses de lluvias. Fueron nuestros compañeros en el hostal quien nos darían ideas a través de sus experiencias para acabar de formar nuestra ruta definitiva en el país. Por este motivo llegamos hasta Ipoh y después fuimos a la queridísima Pulau Pangkor.
Pulaus, es decir, islas en malayo, hay varias en la costa oeste. ¿Y por qué esa en concreto? Pues no hay ninguna experiencia divertida que contar detrás de esto, simplemente por descarte. A las del este no podíamos y a las del oeste si íbamos a las del norte teníamos que desviarnos mucho así que teníamos que elegir centro o sur, y esta quedaba bastante cerca de Ipoh. De manera que cogimos un bus de Ipoh a Lumut (un pueblo costero) y de ahí cogimos un ferry que tardó algo menos de 1 hora en dejarnos en Pangkor, el centro de la isla.
Íbamos sin nada reservado (un día nos saldrá mal la jugada, pero hasta ahora nos está funcionando muy bien la estrategia de ir sobre la marcha), habíamos leído buenas referencias sobre unas cabañas en internet y decidimos ir a Teluk Nipah, el pueblo donde estaba y el que tenía las mejores playas de la isla, a ver si había suerte. Para ello cogimos un taxi, qué bonicos son la virgen. Rosa, pero rosa rosa, enterico. Ver el aparcamiento lleno de estos taxis era muy divertido :) Es por eso que obvié lo folladísimo que iba el taxista en el trayecto de Pangkor a Teluk Nipah, sino habría un malayo menos, os lo aseguro.
Era nuestro día de suerte, el hotel nos dijo que tenía habitaciones libres. Se llama Intan Beach Resort. Nos costó 60RM por noche (es decir unos 15€ los 2). No tenía incluido el desayuno, y supuestamente tenía internet pero nos dijo que con la última tormenta se había estropeado. Nos ofrecieron una cabaña muy bonita, con baño propio y aire acondicionado. Todo un lujo.
Ese día comimos Nasi Ayam (Marcio os explicó en el post anterior lo que era, y al pobre le gustó tanto que no se cansaba de comer lo mismo). La única diferencia es que estábamos en frente del mar, y eso parece que le da mejor sabor a cualquier plato, jejeje.
La tarde la pasamos en Coral Beach, una de las playas más famosas de la isla. No es la típica playa paradisíaca de aguas cristalinas y arena blanca, pero era una imitación bastante buena. Agua calentita y bastante clara y una arena dorada que le daba un toque especial. Eso y el saber que mientras todos vosotros estáis con gorro y bufanda yo me estaba bañando en la playa a casi 30 grados. Y no es por ser mala pero ya que hemos dejado tantas cosas por esta aventura, al menos daros un poquillo de envidia, no? ;)
Era domingo y había gente local en la playa. Ya hice terapia antes de salir para aceptar que mis domingas volverían blancas y que estando de viaje no haría topless por una cuestión de respeto cultural. Pues aún así algunas europeas y yo éramos las más vestidas de la playa. Las malayas con leggins negros por los tobillos, camiseta larga, pañuelo y al agua pato. Y ellos más de lo mismo, tanto es así que estaban fascinados con los pocos extranjeros que éramos en la playa, e incluso se nos acercaron a Marcio y a mí para pedirse fotos con nosotros. Estos malayos sí que saben reconocer el jamón del güeno :)
Esa tarde tuvimos un incidente que podía habernos costado la vida, el culpable: un mono. Un puto mono. Siempre me han parecido muy adorables, y soñaba con tener un mono o un koala cuando era pequeña. Pues bien, lo retiro, los odio. Ya había flipado en algún viaje anterior con su actitud un poco "desvergonzada", véase, te quito el agua y me la bebo en tu puta cara estando a 40 grados, te quito el gorro y me voy corriendo y partiéndome el culo de la risa, etc. Pero esa tarde, íbamos paseando Marcio y yo tranquilamente y nos paramos a meter la cámara en la mochila. Estando agachados miro para arriba y veo un montón de monos pasando por el cableado que había justo encima nuestro. Y uno, con toda la mala folla del mundo habida y por haber, le tira con fuerza el coco a Marcio. Y yo con los reflejos de caracol que tengo no le puedo avisar y por suerte, le rozó en el hombro. Si eso le llega a dar en la cabeza acabamos con un disgusto en el hospital. Fucking monkeys.
Al día siguiente alquilamos una moto por 30RM todo el día (algo menos de 8€). Y dimos una vuelta a toda la isla. Es preciosa, de verdad, en un par de horas la ves entera, vimos pueblos pequeñitos, playas, vegetación exuberante, Hornbills (un ave lindísima con un pico muy característico) y monos entre otras sorpresas. Tiene muchas subidas y bajadas y es difícil hacerla en bici, por eso cuando vimos a un ciclista en una pedazo de subida pensamos: ¿Quién es ese tronao? Y para nuestra sorpresa era Pune, nuestro adorable amigo australiano que sin saberlo nosotros había decidido ir también a Pangkor, así que quedamos para cenar más tarde y estar un rato juntos.
Mientras recorríamos la isla, nos paramos en una playa muy chula y vimos un complejo gigante al lado, como un resort. Precioso. Así que nos fuimos acercando mientras paseábamos y Marcio hacia 2320984 fotos. Vimos que no había ninguna barrera entre el resort y la playa que tenía en frente así que nos acercamos a ver la piscina del resort y las cabañas desde más cerca y nos pareció un poco... raro. Todo muy tranquilo. Así que nos picó la curiosidad, y fué cuando descubrimos, que estábamos en un resort fantasma!!!!! Estaba completamente abandonado, parecía que habían cerrado con mucha prisa porque habían aires acondicionados,cubiertos, platos, mesas, etc. Entramos en comedores, restaurantes, cabañas... y la sensación de lujo mezclado con el abandono, le daba un toque único al lugar. El hotel se llama Teluk Dalam Resort, no he tenido tiempo para buscar info sobre que pasó para que cerrara, porque el poco tiempo que tengo para conectarme lo utilizo para estar en contacto con los más cercanos, pero si alguien se aburre, lo mira y me lo cuenta me hará muy feliz :)
El resto de día, relax, playa, cerveceo, cenita rica (en este punto ya empezaba a tener cara de arroz) y charla con nuestro amigo Pune, con el que planeamos alquilar para el día siguiente kayaks y hacer una excursión los 3. Al día siguiente, después de desayunar, los alquilamos a 50RM los 3 durante 2 horas, es decir unos 4€ cada uno.
La experiencia me gustó mucho, fuimos a una islita pequeña que hay delante, y a otra más grande donde nos hartamos de ver cangrejos (que feos que son los cabrones, no me gustan nada, pero a Marcio le hace mucha gracia ver como se mueven y cuando una ola los arrastra). Lo más zen de la mañana era el momento en el que te parabas en medio del mar, te tumbabas en el kayak y estando cerca de la isla grande, escuchabas a miles de animales a la vez, pff. Pagaría por oír esa música todos los días, ¡pero no la tienen en Spotify por desgracia!
La tarde la pasamos igual que el día anterior. Playa, relax, cervecita, cenita de arroz con cosas (que pesaos que son con el arroz), y charla con Pune en la que decidimos que nos íbamos los 3 a Melaka al día siguiente. Nos fuimos pronto a dormir porque nos tocaba madrugar para coger el ferry de vuelta. Momentaco del bueno también porque vimos el amanecer mientras estabamos navegando.
Y con esto y un bizcocho chavales, os dejo (espero que hasta de aquí poco porque con el retraso que llevamos, queremos meterle caña al tema).
Lo sé, no sé resumir y no he mejorado mucho peeero aun me quedan casi 5 meses para intentar mejorarlo. Por cierto, este miércoles 11 hicimos un mes fuera de viaje, espero que me estéis echando de menos, yo de vosotros me acuerdo un huevo y parte del otro.
Un besote de los gordos.