Bali, la isla preferida de Indonesia
¡¡¡ Una manzana !!!
Antes de empezar a hablaros de Indonesia (en concreto en este post, os explicaremos todo lo que vimos en la isla de Bali) quiero dedicarle un espacio a, posiblemente, el apuro más grande que pasamos en estos 6 meses de viaje. Es un poco surrealista, pero podía haber acabado muy mal, así que voy a dejar de andarme con rodeos, ¡allá voy!
Después de un día intenso en Auckland, nos fuimos directamente al aeropuerto porque nuestro avión salía muy pronto (06:00h) y no nos valía la pena pagar noche de hotel para dormir 4 horas, así que pasamos la noche como buenamente pudimos haciendo turnos para dormir y vigilar el equipaje. Genial, llega la hora de facturar y el vuelo Auckland - Bali hacía escala en Brisbane (Australia), todo con Virgin Australia. Hacemos cola para facturar, y la chica nos pide el vuelo de salida de Indonesia. Em... obviamente que no lo teníamos, es la gracia de un viaje así, que intentas improvisar. Pero son normas del país, y sólo te dejan entrar con vuelo de salida, así que la chica nos dice que ella como mucho nos da el billete Auckland - Brisbane, para darnos margen de tiempo de comprar el billete online, pero que en Brisbane tendremos que hacer check out, y volver a hacer check in enseñando el vuelo de salida de Indonesia y entonces no habría problema para viajar.
Marcio, como siempre, se había fundido los 30 minutos de internet gratis que nos da el aeropuerto en cuanto lo pisamos, chequeando el Marca o alguna tontería de las suyas (vaya a ser que se entere el último de las cosas), y yo, previsora donde las haya me lo había guardado hasta último momento por si teníamos una emergencia. Con la emergencia declarada, mientras uno llevaba las mochilas de mano el otro iba buscando vuelos como un loco para intentar comprar el billete antes de montarnos en el avión por si se retrasaba o algo. Al final, deprisa y corriendo (apurados porque sólo teníamos 30 minutos de internet y porque el avión salía ya) pillamos un vuelo hacia Myanmar (nuestro siguiente destino) algo caro para nuestro gusto, pero no teníamos más margen de acción.
Tan contentos con nuestros billetes nos montamos en el avión, y al llegar nos bajamos corriendo ya que teníamos poco más de 2 horas para pasar por los controles de inmigración (al no ser transfer nos veíamos obligado a hacer todo el proceso), y cuando estamos saliendo por la puerta se me acerca un perro que no se ni de dónde salió. Empieza a ladrar... yo con la cara de "quita bicho, que llego tarde coño" y se me acerca una señorita del aeropuerto, con cara de súper satisfecha, y me dice que por favor le acompañe. Cagada la hemos. Yo no entendía nada, así que muy amablemente le cuento nuestra situación y me suelta super borde que no es su problema que yo pierda el avión, que si antes hago lo que me dice antes acabamos. Me pide que abra la mochila, la abro, y de repente pone cara de chunga y me dice: ahá! Empieza a hacerme preguntas de si alguien me ha obligado a escribir el papel que te dan en el avión (que por supuesto no leí y que Marcio me marcó todo con cruces en el NO), de si estaba en mis plenas facultades y de si esa firma era la mía. Efectivamente, en ese papel además de preguntarnos si éramos terroristas, si llevábamos 1000 millones de euros encima y algunas burradas más, también preguntaba si llevábamos fruta fresca. Y Marcio había puesto en su papel y en el mío que no!!! Que no!!!! Así que teníamos un problema gordo porque llevaba 2 manzanas y 3 ciruelas.
La tía nos trató desde el momento 0 como si fuéramos El Chapo Guzmán. Mi nivel de inglés básico se acabó de joder por el hecho de llevar 24 horas sin dormir y había que sumarle que ella estaba enfadadísima, así que cada vez que le pedía a Marcio que me hiciera de traductor con algo porque no encontraba las palabras, me decía que no volviera a pedirle ayuda, que estábamos hablando las dos y que él no pintaba nada. Grado de desesperación máximo. Al final conseguí que entendiera que por error hacíamos check out y check in, pero que nos íbamos a Indonesia y no teníamos que salir del aeropuerto, pero le dio igual. Nos dijo que nos iba a multar. Fue a su jefe y la escuchábamos enfadarse con él mientras negaba con la cabeza. A todo eso en la cinta de al lado había una cadena de televisión grabando a un tío que le habían abierto la maleta y pasaba comida de contrabando, y yo empecé a pensar que me grababan a mi también y mi madre me veía retenida en un aeropuerto y me pudo la presión y empecé a llorar como si no hubiera mañana de pensar la mala suerte que estábamos teniendo. Al final vino picadísima y nos dijo que mi multa pasaba los 300$ pero que por esta vez me lo perdonaba, que mentir era un delito, y que me iban a marcar con un "warning" el pasaporte para que quedara el aviso reflejado.
Nos libramos de una buena. Corrimos mucho y no perdimos el avión, pero fue un momento muy angustioso. Y ahora sí, empezamos con Indonesia.
Isla de Bali
Llegamos al aeropuerto principal de Bali (Denpasar), allí cogimos un bus hasta Sanur, en esta zona es donde los primeros resorts de Bali empezaron a construirse y hoy por hoy hay diferentes tipos de alojamientos y restaurantes y una buena opción para pasar unos días antes de ir a Ubudo o Nusa Lembongan por ejemplo (en información útil os explico más detalles de cómo llegar en transporte público y así evitar pagar taxi), llegamos hasta el hotel que habíamos reservado que se llama Dewi Dewi Villas y era el primero que teníamos con piscina y allí nos reencontramos con un viejo amigo de Marcio y su pareja, David y Victoria, que son absolutamente encantadores. Fueron ellos quienes nos llevaron al warung Niyan Siti (un warung suele ser un restaurante pequeño, familiar y modesto en Indonesia), local al que iríamos mucho el resto de días por cumplir con todos los requisitos: bueno, bonito y barato y además una familia de lo más amable y acogedora.
Otra zona cerca del aeropuerto y llena de alojamientos y restaurantes es Canggu, es una muy buena opción para utilizarla como base, y desde allí alquilar una moto o un choche y conocer otros puntos del interior de Bali.
Al día siguiente, al ser 4 decidimos alquilar un coche y recorrer las zonas más emblemáticas del norte del Bali. Os adjunto las paradas que hicimos:
Lago y templo Bratan: Sus nombres completos son Danau Bratan y Pura Ulun Danu Bratan (Danau significa lago y Pura templo). El precio es de 25.000 rupias por persona (1,5 euros), y después de regatear y llorar (advertencia: regatear siempre en este país) ¡acabamos pagando 80.000 rupias por los 4! En ese momento se nos puso a diluviar con lo cual lo vimos muy rápido, pero ese templo es la típica estampa de templos de Bali, con arquitectura bonita y mucha naturaleza (ciervos incluidos) y para mi gusto vale la pena.
Git Git Waterfall: Son 2, en una te puedes bañar y en la otra no. Obviamente ese día no nos bañamos en ninguna porque estaba medio lloviendo y el tiempo no parecía querer acompañarnos, además estaba helada el agua de las cascadas. El precio es de 15.000 rupias por persona (1€).
Hot Spring Water, Banjar: 5.000 rupias por persona (0,3€ aprox). Llegamos a las 17h y cerraban a las 18h así que no lo pudimos disfrutar mucho. Tiene 3 piscinas, con agua calentita y con olor a azufre. Momento relax, es bonito verlas.
Después de eso decidimos volver porque empezaba a anochecer, y empezó también nuestra odisea; carreteras horribles, muchísima niebla, conductores locos, unas subidas de infarto (el coche tiraba sólo en primera) peeero después de 3h rezándole a la virgen por fin llegamos al hotel.
El día siguiente fue de relax, aprovechamos bien la piscina por la mañana, después de comer a la playa (consejo: no perdáis el tiempo, es fea y está sucia) y por la noche fuimos al mercado nocturno Pasar Sindu, donde comimos y tomamos zumos del nivel de reyes. Totalmente recomendable visitarlo y atreverte a probar comida balinesa.
Después de esto nos fuimos a Nusa Lembongan (Marcio escribirá en el siguiente post sobre esta maravillosa isla), pero después de Lembongan volvimos a la isla de Bali a ver Ubud y sus alrededores. Os cuento ahora mismito:
Ubud
Se encuentra en el centro de la isla de Bali. Hasta aquí venimos después de habernos reencontrado con una buena amiga, también catalana, también de Barcelona y vecina mía de Badalona, que tuvimos la suerte de conocer en Filipinas y que nos volvimos a ver en la isla de Nusa Lembongan. Desde allí decidimos los 3 pasar algunos días en Ubud y la verdad que es el mejor recuerdo que me llevo de la isla de Bali, puesto que el concepto que tenemos todos en Indonesia no se cumple del todo en Bali, y te llevas un poco de decepción. Desde Sanur hasta Ubud cogimos un taxi que por 150.000 rupias (10 euros) nos llevo a los 3 a Ubud (aproximadamente una hora de trayecto). Fuimos hasta nuestro hostal y conseguimos negociar un buen precio.
Ubud vale la pena, es de esas pocas ciudades en las que no te costaría nada instalarte. Tiene lo bueno de lo occidental y de lo oriental. Es la cuna del masaje balinés (hay muchísimas escuelas de masajes) con lo cual hay mucha oferta y es infinitamente barato hacerte uno (unos 4 euros la hora, de calidad). Además, ¿sabéis que en los campos de arroz de Ubud se rodó parte de la película de Come, reza, ama protagonizada por Julia Roberts?
Visitamos Hubud, un espacio de co-working para los más freaks. Por unos 200 dólares tienes acceso todo el día a las instalaciones, salas de reuniones, internet potente, y un ambiente de gente emprendedora y creativa. Creo que es muy fácil concentrarse en un sitio tan guay como ése, ¡además las ventanas de la ofi dan a un campo de arroz!
En nuestros 4 días de estancia en Ubud nos dimos 4 masajes, nuestro dilema diario era si elegir de cuerpo entero, sólo espalda, o por el contrario pies o cabeza. Marcio también aprovechó para quitarse el mono futbolero, y meterse en un campo de césped donde habían montado un partido. Al pobre le duró poco la diversión, porque a los 10 minutos de unirse cayó el diluvio universal y tuvimos que volver empapados los 3 a casa.
Uno de esos días negociamos un tour para ver los alrededores de Ubud que duraba todo el día. El precio inicial rondaba las 250.000 rupias por persona (15€), pero nosotros, al ser 3 teníamos más fuerza para negociar y al final lo conseguimos por 80.000 por persona (5 euros). Vimos varios sitios muy interesantes:
Tegallala: Unas terrazas de arroz increíbles. De las mejores que he visto después de Filipinas o Sapa, aunque hoy por hoy se han hecho tan famosas que hay demasiada gente y hay que pagar, aún así vale la pena. Caminamos entre los arrozales, estuvo muy bien.
Bali Pulina Agro Tourism: Es una visita gratuita pero al acabar tienen una sección de souvenirs por si quieres comprar algo (nosotros no compramos nada, pero por lo general la gente se llevaba cosas para regalar). Nos enseñaron árboles típicos de la zona, nos invitaron a una degustación de tés y cafés exquisitos y vimos el proceso de elaboración del café más caro del mundo (el café Luwak). Las civetas, animales parecidos a los hurones, eligen los mejores granos del café arábiga y se los comen. Pero su estómago a pesar de que le aporta otras características nuevas no es capaz de digerirlo y cagan las bolas de café. Después se muele y se tuesta y así se forma un café que alcanza los 400 euros por kg (Marcio probó una taza por 5€).
Gunung Kawi: Templo público, donde se enterraron a los miembros de la família real y que está dedicado al dios del agua. Tiene 10 santuarios de unos 7 metros de altura. El precio es de 15.000 rupias por persona (1€). Vale la pena.
Kehen Temple: Templo budista construido en el siglo XI. Tiene 11 terrazas. Al principio no entramos porque también era de pago, pero les caímos bien a los chicos de la entrada y nos dejaron pasar gratis.
Sacred Monkey Forest: Situado en el centro de Ubud, es un mix entre bosque de monos y santuarios. Aquí también se rodaron parte de las escenas de Come, reza, ama.
Hay algo más de 600 monos, protegidos por los cuidadores. Hay mil carteles en todo el recinto donde especifica que NO les des de comer a los monos ni intentes tocarlos; quizá los turistas que fueron aquel día deben ser medio subnormales, porque muchos hicieron justo lo contrario y se llevaron más de un susto. Es un buen sitio para invertir un par de horas, aunque estás todo el rato en tensión porque los monos pueden ser muy agresivos si tienes algo que ellos quieren.
Y así, entre visitas interesantes, una buenísima compañía con nuestra amiga Denís, gastronomía exquisita y masajes de escándalo, pasamos 4 días de mucho relax. Próximo post Lembongan, ¡no te lo puedes perder!
Datos útiles
Información sobre qué hacer, dónde alojarse o dónde comer.
Un buen consejo, ¡regatead todo! en Indonesia es el pan de cada día.
¿Cómo ir del aeropuerto de Denpasar a Sanur? Muy fácil, evita pagar 20$ por un taxi, los precios balineses no tienen nada que ver con los españoles. Hay una empresa de buses, que se llama Trans Sibargita, que tiene unos buses azules que cubre esa línea. Para llegar hasta el bus tienes que salir del aeropuerto y girar a la izquierda 200 metros. El precio por persona es de 3.500 rupias, unos 25 céntimos de euro.
Por 210.0000 rupias (unos 13€), nos alojamos en el Dewi Dewi Villas en Sanur. El hotel es muy bonito, un oasis de paz en medio de las callejuelas del pueblo. Es una especie de apartamento, con aire acondicionado, desayuno incluido, wifi (no funciona excesivamente bien) y una piscina a dos pasos de la habitación que se agradece mucho en las horas de calor.
En Sanur alquilamos un coche por 15$ al día, no recuerdo el nombre del sitio, pero si tiras hacia la derecha por la calle de detrás del McDonalds (paralela a la principal) hasta el final donde la calle gira a la izquierda, un poco después del giro a mano derecha está el sitio donde lo alquilamos, un negocio familiar con un precio insuperable.
En Ubud nos alojamos en Kabera Bungalows 2. Éramos 3 (nuestra amiga Denís, Marcio y yo) y negociamos 150.000 la habitación por noche, 10 euros en total. Cama de matrimonio grande, otra más pequeña, un lavabo un poco cutre, terraza grande y un desayuno de infarto (los mejores pancakes de mis 6 meses de viaje!).
Si vais a Ubud no os podéis perder Dewa Warung. Nos encantó el sitio. No os diré nada más, hay platos super atractivos y muy baratos, así por el mismo precio te olvidas de los noodles y el arroz frito y te adentras en una fusión de alimentos muy sabrosa.
El precio del Sacred Monkey Forest es de 30.000 rupias por adulto (2 euros) y 20.000 por niño. El horario es de 8.30 a 18h
Aunque tiene zonas muy turísticas, Bali sigue siendo un destino ideal para disfrutar de naturaleza exhuberante; playas, volcanes o arrozales, y de sus increíbles templos y su gente amable.