Viajo, luego existo.

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Singapur, una increíble mezcla de tradición y modernidad

Llegamos a Singapur después de un bus interminable desde Melaka (Malasia),  pasando por la frontera de imprevisto; el conductor se paró en una cola enorme, nos hizo bajar y simplemente seguimos a la multitud, pasamos el control fronterizo, y a la salida ahí estaba esperándonos, una vez pisamos la ciudad nos dirigimos al hostal que previamente habíamos reservado (Traveller@SG), todo muy correcto, un par de camas en una habitación compartida (con la mala suerte de coincidir con un asiático que nos despertaba con sus ronquidos cada noche), espacios comunes con todo lo necesario, desayuno y café gratis, aunque veníamos de Malasia y los precios nos parecían desorbitados (eso era porque todavía no habíamos pisado Australia ¬¬), Singapur es especialmente caro con el alojamiento, y si vas con un presupuesto ajustado es casi obligatorio compartir habitación, se puede comer bastante barato en food courts o hawkers y el transporte no es caro.

Singapur es una de las grandes ciudades de Asia (es el tercer país con más renta per cápita del mundo, el cuarto mayor centro financiero y el quinto puerto que más mercancías mueve) con una buena mezcla entre tradición y modernidad (en cierto modo parecido a Kuala Lumpur, con la que tiene bastante rivalidad), aquí se pueden encontrar a muchos occidentales viviendo y trabajando, ya que muchas empresas que operan en Asia tienen sede en Singapur.

A nosotros nos pareció una ciudad agradable para pasear cuando el calor o la lluvia lo permitía, ya que aunque es grande las zonas de mayor interés se pueden recorrer en un par de días utilizando el metro en contadas ocasiones (con el metro se llega a todas partes, es muy cómodo y no es caro), tiene muchas zonas verdes, está muy limpia (de hecho si te pillan tirando algo al suelo te multan), con muy buen clima, con buen transporte, con mega construcciones, aunque cara y demasiado turística en comparación con otras capitales de la zona, pero bien se merece un stopover de 2 o 3 días, donde puedes visitar por un lado los barrios étnicos y por otro toda la zona de la bahía, también puedes visitar la zona de Orchad Road si lo que quieres es comprar, ya que esta zona está llena de centros comerciales, a mi me agobió bastante la verdad, pero si vienes con dinero para gastar supongo que tiene más gracia.

Barrios étnicos

Lo primero que visitamos fueron los barrios étnicos: Arab Quarter, Chinatown y Little India. Los tres tienen encanto y se merecen un buen paseo para perderse por sus calles.

La calle principal de Little India es Serangoon Road y la mayoría de sitios de interés están cerca de esta calle, en el barrio se encuentran varias mezquitas para la comunidad musulmana como Masjid Angullia, Masjid Abdul Gafoor, y el templo hindú Sri Veeramakaliamman, este último es realmente espectacular, la arquitectura y la decoración son asombrosas, dentro hay esculturas cuanto menos curiosas (por no decir tétricas en algún caso), y para los que no estamos familiarizados con la religión hindú es bastante chocante ver los ritos y rezos de los fieles, siempre hay que guardar las distancias aunque yo me sentí como si invadiera un poco su intimidad, de todos modos este templo lo visitan muchos turistas. Otro punto clave del barrio es el Mustafa Centre, un enorme centro comercial abierto 24 horas donde puedes comprar casi de todo. Y si quieres comprar productos típicos de India lo ideal es acercarse a Little India Arcade.

Arab Quarter tiene varias mezquitas como Masjid Malabar y Sultan Mosque, esta última es la parte más conocida de la zona junto a Arab Street, una calle peatonal llena de tiendecitas y bares, casi en frente nos relajamos un rato en el Malay Heritage Centre, una zona ajardinada dedicada a la cultura malaya, pero lo que más nos llamó la atención fue Haji Lane, una calle estrecha, llena de graffitis, tiendas pequeñas con un diseño muy cuidado y bares con encanto, de esos lugares que te encuentras por casualidad y te atrapan.

Para acabar con la ruta étnica cogimos el metro para ir a Chinatown, como todos los barrios chinos es una zona con mucho movimiento, lleno de tiendecitas y puestos para comer, estuvimos paseando por Temple Street y Pagode Street, observando todo lo que era nuevo para nosotros y comprando mis banderitas (colecciono parches de banderas con los países que voy visitando). Lo ideal en este barrio es sencillamente perderse.

En Chinatown también hay un templo hindú espectacular, el Sri Mariamman Temple. Otro edificio importante de Chinatown es el Buddha Tooth Relic Temple, un majestuoso templo realmente bonito tanto por fuera como por dentro, vale la pena entrar a visitarlo. Y casi en frente de este templo está Maxwell Food Centre, una amplia zona de mesas para compartir rodeada de puestos de comida, ideal para probar todo tipo de comida asiática a muy buen precio (en Singapur, Malasia o Hong Kong este tipo de sitios se conoce como hawkers).

Marina Bay

Y si los barrios étnicos no hay que perdérselos menos todavía hay que perderse toda la zona de la bahía, con mucho terreno ganado al mar y con edificios y construcciones espectaculares, toda esta zona sí que es el Singapur que nos imaginamos desde Europa. Al pasear por la zona ya te haces una idea de las megaconstrucciones que hay alrededor, destacando sobre todas ellas el imponente hotel Marina Bay Sands, que consiste en tres torres con una especie de "barco" encima, realmente espectacular.

Nosotros estuvimos caminando por el paseo marítimo, viendo Merlion Park y la imponente estatua de Merlion mirando a la bahía (una estatua con cuerpo de pez y cabeza de león que simboliza Singapur), Esplanade (un teatro con una cubierta ovalada muy futurista que se ilumina al anochecer) o The Float (el campo deportivo que está literamente sobre el mar), la verdad que esta zona está repleta de sitios de interés, también de locales para comer o tomar algo, muy recomendable es Makansutra Gluttons Bay, una zona donde hay paraditas con comida buena y barata. Justo en frente del paseo marítimo está toda la zona ganada al mar donde se construyó el hotel y los jardines Gardens by the Bay, que personalmente es lo que más me gustó de Singapur.

Caminando hacia la zona ganada al mar pasamos por un curioso puente llamado Double Helix Bridge, que como bien indica su nombre es un puente curvado con una especie de hélice rodeándolo, otra construcción digna de esta bonita bahía. Al pasar el puente nos encontramos con una gran estructura de vidrio que alberga un lujoso centro comercial (The Shoppes), un casino, restaurantes, centro de convenciones, teatros y demás, todo eso perteneciente al Complejo Marina Bay Sands, y junto a esta estructura de vidrio destaca el edificio en forma de flor del Art Science Museum. En esta zona frente a la bahía en un espacio llamado Event Plaza cada noche hay un espectáculo audiovisual, básicamente proyectan imágenes en una "pantalla" de agua que crea las fuentes, con música y láseres.

En el hotel Marina Bay Sands se puede subir a un mirador con vistas a la bahía, nosotros nos lo pensamos un poco debido a nuestro ajustado presupuesto pero finalmente decidimos subir, la terraza se llama Sands Sky Park (situada en la torre 3, planta 57), cuesta 24 dólares de Singapur y está situado en un extremo de la estructura (no se permite acceder a la espectacular infinity pool ni a los jardines que también están a esa altura), una vez arriba las vistas compensan el precio pagado, pocos hoteles pueden presumir de tener semejantes vistas, por un lado se puede apreciar toda la bahía con el skyline de Singapur y por el otro lado todo Gardens by the Bay, es recomendable ir justo antes del anochecer para ver cómo se ilumina la ciudad y con la cámara bien cargada para grabar esas vistas no sólo en tu retina.

Gardens by the Bay

Para mi la joya de la corona de Singapur, ¡qué maravilla! nunca había visto un "parque" así, es realmente grande con diferentes tipos de jardines (como Malay Garden, Chinese Garden o World of Palms), lagos y zonas realmente únicas como Cloud Forest o los Supertrees Grove.

Supertrees Grove es una zona de árboles artificiales enormes construidos para aprovechar la energía de una manera sostenible (por ejemplo tienen células fotovoltaicas para utilizar la luz solar para luego iluminar por la noche los árboles), con una pasarela de pago en lo alto donde puedes disfrutarlos de cerca (OCBC Skyway), y cada noche a las 19:45 y 20:45 hay un espectáculo de música y luces que te hará creer que estás en Pandora (para los poco cinéfilos os diré que es el país imaginario de Avatar).

Flower Dome y Cloud Forest son dos estructuras ovaladas que contienen microclimas, Flower Dome recrea un clima mediterráneo con flora de todo tipo, y Cloud Forest recrea un clima tropical húmedo, con una enorme cascada como protagonista. Otra zona interesante es Meadow, un gran espacio abierto donde se organizan eventos de todo tipo.

Y después de Singapur nos dirigimos a Australia a ver a unos amigos, en breve os lo contamos.